Hola flor, bienvenida (de nuevo) a la serie de la luna llena! Como te comenté en un post anterior, a lo largo del año se producen 12 lunas llenas, cada una con una energía concreta. Llegamos a septiembre con la luna de la cosecha, bajo la cual recogemos los frutos de nuestro esfuerzo y cultivamos la gratitud por la abundancia que nos rodea.
El nombre de luna de la cosecha lo recibe la luna llena que más cerca se produce del equinoccio de otoño. Es en septiembre la época del año en que las cosechas alcanzan su máximo esplendor y los agricultores recolectan los frutos de su trabajo antes de la llegada del otoño.
En esta época la duración de la noche y el día se igualan, permitiendo a los agricultores trabajar en el campo hasta altas horas de la tarde sin tener que soportar el calor del verano. Además, dada la posición de la luna respecto al sol, suele ser una luna muy visible y brillante.
Se considera una época de agradecimiento y celebración por la abundancia y prosperidad de la temporada. Agradecemos a la tierra por sus dones y reconocemos el esfuerzo y la dedicación de los agricultores.
Dependiendo del momento en que se produzca, a esta luna se la llama en lugar de luna llena de cosecha, luna del cazador. No es muy habitual ya que este nombre se utiliza para la luna de octubre, de la que te hablaré próximamente. Otros nombres típicos para esta luna son luna del alce, luna de vino, o luna cantarina.
Palabras clave: Gratitud, cosecha, equilibrio, reflexión, abundancia, agradecimiento.
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