Magia de cocina de la mano del sirope de lavanda

Hola flores! Hoy os traigo un post en el que la protagonista es la lavanda. Esta flor es una perfecta aliada para el bienestar general, ya que sus propiedades calmantes y relajantes, nos ayudarán a entrar en un estado de calma perfecto para tener un sueño restaurador.

El sirope de lavanda es una delicia aromática que puedes preparar fácilmente en casa y que te permitirá disfrutar de todo el encanto floral de la lavanda en una variedad de recetas. Esta infusión dulce y fragante se elabora a partir de flores de lavanda secas, agua y azúcar, y es perfecta para añadir un toque especial a tus bebidas y postres favoritos. A continuación, te explico cómo puedes hacerlo tú mismo, de manera sencilla y rápida.

sirope lavanda

Ingredientes

  • 1 taza de agua
  • 1 taza de azúcar (puede ser blanca o de caña)
  • 2 cucharadas de flores de lavanda secas (asegúrate de que sean aptas para consumo)
  • Opcional: 1 cucharadita de extracto de vainilla para un toque extra de sabor

Pasos a seguir

Preparamos el almíbar

Vamos a comenzar preparando el almíbar. Esto es, disolver el azúcar en el agua. En una cacerola mediana, combina una taza de agua con una taza de azúcar. Coloca la cacerola a fuego medio y remueve constantemente hasta que el azúcar se haya disuelto completamente en el agua caliente.

Añade la lavanda

Una vez que obtengas una mezcla clara y homogénea, es momento de añadir las flores de lavanda secas, aproximadamente dos cucharadas, que serán las encargadas de aportar su característico aroma y sabor a la preparación. Reduce el fuego y deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos 5 a 10 minutos, permitiendo que las flores suelten todo su aroma y sabor en el sirope. Para un sabor más intenso, puedes dejarla hervir unos minutos más.

Infusiona la lavanda

Después de este tiempo, retira la cacerola del fuego y deja que la mezcla repose durante unos 10 a 15 minutos adicionales, permitiendo que la lavanda se infusione completamente en el sirope.

Enfría y almacena

Luego, cuela la mezcla utilizando un colador fino para eliminar las flores de lavanda, obteniendo un sirope limpio y fragante. Si lo deseas, puedes añadir una cucharadita de extracto de vainilla al sirope colado para darle un toque extra de sabor.

Una vez colado y mezclado, deja que el sirope se enfríe a temperatura ambiente, antes de transferirlo a un frasco de vidrio con tapa hermética, donde podrás conservarlo en el refrigerador hasta por un mes.

Este sirope de lavanda casero es increíblemente versátil, ya que puedes utilizarlo para endulzar y aromatizar una variedad de bebidas como limonadas, tés, lattes o cócteles, también es ideal para rociar sobre postres como helados, yogures, tortitas o incluso para dar un toque floral a tus pasteles y galletas. Además de su sabor único, el sirope de lavanda tiene beneficios adicionales, ya que la lavanda es conocida por sus propiedades relajantes, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad. Incorporar este sirope en tus recetas no solo realza el sabor, sino que también aporta una sensación de calma y bienestar, haciendo que cada bocado o sorbo sea una experiencia placentera y reconfortante.

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