En los últimos años y con el auge del veganismo se ha empezado a escuchar mucho sobre el algarrobo y distintas recetas que se pueden hacer con este fruto, como es la harina de algarrobo. Y la verdad es que para mi no es ninguna novedad, ya que en la zona mediterránea en la que vivo el algarrobo es un árbol que está por todas partes.
Cuando era pequeña y llegaba la época de recolección de la algarroba mi abuela siempre me incitaba a ayudarles a recoger este maravilloso fruto. Ella lo llamaba el «chocolate de los pobres» y yo no entendía porqué, su sabor aunque era dulce no se parecía en nada al chocolate. Me explicaba que en época de penuria era lo más parecido que tenían al cacao, por un precio mucho más reducido claro!.
De esto hace ya muchos años, y aunque el recuerdo del sabor que tengo de la algarroba, o garrofa, como llamamos a este fruto en mi pueblo, no es bueno, es un sabor muy fuerte y nada apetecible, he decidido darle una segunda oportunidad y probar concretamente la harina de algarrobo. Así que si quieres saber como la he hecho, sigue leyendo!. Próximamente subiré la receta del bizcocho de «chocolate» que voy a hacer con esta harina, y os daré mi valoración 🙂
¿Qué es la algarroba?
La algarroba es el fruto de la algarrobo, un árbol de hoja perenne que pertenece a la familia Fabaceae. El nombre «algarroba» puede referirse tanto al fruto en sí como al árbol que lo produce. Estos árboles son comunes en regiones mediterráneas y en zonas subtropicales de todo el mundo.
El fruto de la algarroba es una legumbre que suele ser de color marrón oscuro o negro y tiene una forma alargada y curvada. Cada fruto contiene semillas rodeadas por una pulpa dulce y comestible. Esta pulpa es lo que se suele utilizar en diversas aplicaciones culinarias y alimentarias.
La algarroba es conocida por su sabor dulce y su utilización como sucedáneo del cacao. La pulpa de algarroba se puede moler para obtener un polvo que se asemeja al cacao en apariencia y, en cierta medida, en sabor. Sin embargo, a diferencia del cacao, la algarroba es naturalmente libre de cafeína y teobromina, lo que la hace una opción popular para personas que buscan evitar estos estimulantes.
El polvo de algarroba se utiliza en la elaboración de productos como chocolate de algarroba, bebidas, postres y productos horneados. También es valorado por su contenido nutricional, ya que es una buena fuente de fibra dietética, antioxidantes naturales y otros nutrientes beneficiosos.
Además de su uso en la cocina, la algarroba también ha sido empleada en diversas aplicaciones tradicionales y medicinales, como en la fabricación de productos cosméticos y en la medicina popular para tratar problemas digestivos y respiratorios.
En resumen, la algarroba es el fruto de un árbol llamado algarrobo, y su pulpa se utiliza en la cocina como sucedáneo del cacao y en una variedad de productos alimentarios y cosméticos.
Ingredientes para hacer harina de algarroba.
- Muy sencillo, tan solo necesitarás vainas de algarroba secas para realizar tu harina.
- Para machacarlas y hacer la harina necesitarás un mortero, un molinillo de café, un procesador de alimentos, o cualquier utensilio para pasar de la vaina al polvo de harina.
Elaboración paso a paso
- Primero y más importante, vamos a recolectar nuestras vainas de algarrobo. Importante que estén secas, que tengan un color marrón oscuro. Si no tienen este color es que todavía no están listas para recolectarse del árbol.
- Como han estado expuestas a la naturaleza, bichos, polvo,… vamos a lavarlas muy bien con agua tibia.
- Las vainas están compuestas por dos partes: la corteza y las semillas. Lo que vamos a utilizar para hacer la harina es la corteza, pero hay que retirar las semillas que se encuentran en su interior. Puedes hacerlo poco a poco con un cuchillo y con mucho cuidado, o la opción por la que me decanto yo. Déjalas en remojo toda la noche.
- Una vez han pasado toda la noche en remojo hemos conseguido que se ablanden. De esta forma es más fácil abrirlas para retirar las semillas. Para esta receta no las vamos a usar, pero puedes utilizarlas para otras cosas.
- Una vez tengamos todas las cortezas listas, vamos a ponerlas en una bandeja de horno, ya que tenemos que secarlas antes de triturarlas. Puedes dejar que se sequen al sol durante un par de días, o meterlas al horno a una temperatura baja durante un par de horas.
- Una vez las tengamos completamente secas vamos a molerlas hasta conseguir una harina. Utiliza un molinillo, un mortero,… lo que quieras. Puedes tamizarlas también para evitar que hayan grumitos.
- ¡Y ya tendríamos lista nuestra harina de algarrobo! Recuerda guardarla en un tarro hermético en un lugar oscuro para su mejor conservación.
Hasta aquí todo lo que tienes que hacer para fabricar tu propia harina de algarrobo. Próximamente subiré más información de cada uno de ellos, así como rituales y cosas típicas para celebrarlos ;). Si tienes alguna duda sobre los Sabbats, o alguna propuesta o sugerencia sobre algo en lo que quieras ampliar tus conocimientos, ponlo en los comentarios o ponte en contacto conmigo y te ayudaré en todo lo que pueda 😉
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Poco a poco iré subiendo los rituales que vaya haciendo, más información sobre plantas, hierbas o aceites esenciales, y muchas cosas más!