¡Hola flor, bienvenida (de nuevo) a la serie de la luna llena! Como te comenté en un post anterior, a lo largo del año se producen 12 lunas llenas, cada una con una energía concreta. El mes pasado hablamos de la Luna Llena del Lobo, y hoy le toca el turno a la Luna Llena de Nieve, momento de calma y tranquilidad en la naturaleza.
Esta luna se produce en febrero y debe su nombre a la persistente presencia del invierno y la capa de nieve que suele caracterizar el paisaje invernal de este mes, especialmente en el hemisferio norte.
Además de este nombre tan característico, también es conocida como luna de hielo en la cultura celta. En China se la conoce como luna en ciernes. Y en el hemisferio sur, donde las características ambientales difieren de las del hemisferio norte, se la conoce como luna de grano, luna de cebada, luna roja o luna de perro.
En cuanto a su simbolismo, al igual que la naturaleza que parece estar en reposo, la luna nos invita a la reflexión y a la tranquilidad. Momento de hacer introspección, buscando claridad y purificación interior en medio de la calma y la quietud.
La luna llena de nieve nos invita a ser consciente de nuestro alrededor, haciendo especial hincapié en la naturaleza y la conexión con la tierra. Hay quedar gratitud por la abundancia de nieve y los beneficios que puede aportarnos, y reflexionar sobre el ciclo invernal.
Palabras clave: Reflexión, quietud, purificación, claridad.
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